El introducir un chip en el cuerpo humano para prevenir las enfermedades se aproxima. El equipo liderado por John Ho ha desarrollado un dispositivo electrónico muy pequeño con el tamaño de un grano de arroz.
De momento, se trata de un prototipo que sólo ha sido probado en animales . El problema de esto chip es que necesita bastante energia. El equipo de Stanford sostiene que los implantes electrónicos podrían
suponer una alternativa a las terapias con fármacos, aportando la
ventaja de que el dispositivo actuaría de forma localizada, es decir,
sólo en el área deseada. También para desarrollar sensores que monitoricen funciones vitales desde
dentro del organismo, para estimular y modificar señales neuronales en
el cerebro o suministrar fármacos de forma localizada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario